28S: Los derechos reproductivos no deben verse más como pecado, la laicidad es una necesidad apremiante en toda la región.

Este 28 de septiembre, Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, queremos recordarle a los gobiernos la gran deuda que tienen con las mujeres, es urgente que las legislaciones cambien para que ellas puedan gozar libremente de sus derechos sexuales y reproductivos, sobre todo en aquellos países en los que está totalmente penalizado.

Es indiscutible que la prohibición del aborto no elimina su práctica, solo la vuelve clandestina e insegura, y que el impacto negativo recae únicamente en la vida y la salud de las mujeres, sobre todo de las más pobres, lo que constituye una grave discriminación y violación a sus derechos humanos. América Latina y el Caribe es la región con mayor número de abortos y embarazos no planeados, el 97% de las mujeres latinoamericanas en edad reproductiva vive en países donde las leyes son restrictivas y los procedimientos son castigados con penas severas.

El aborto está completamente prohibidon seis países: El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Jamaica y Trinidad y Tobago, no es permitido ni para salvar la vida de las mujeres, en caso de riesgo. Además, las penas por el delito de aborto, pueden ir de los 3 a los 30 años, dependiendo de la legislación de cada país.

Hacemos un llamado a todos los gobiernos de la región, a transitar y garantizar la efectiva separación entre las Iglesias y el Estado, siendo ésta una de las acciones más contundentes para contrarrestar las barreras en el acceso a abortos seguros. Las creencias religiosas son individuales, y no deben ser un impedimento para que las mujeres ejerzan su derecho a la autonomía reproductiva. Los derechos reproductivos no deben verse más como pecado. La laicidad es una necesidad apremiante en toda la región.

Asimismo, invitamos a toda la sociedad a respetar y apoyar las decisiones de las mujeres; entender las circunstancias por las que pasan es una muestra del amor cristiano que se refleja en el amor al prójimo. Las mujeres latinoamericanas y caribeñas tenemos derechos, que no deben ser mediados por sus creencias individuales. El Estado debe garantizar el derecho a decidir de las mujeres sin barreras ni estigma.

Por un aborto legal y seguro en toda América Latina y el Caribe.